lunes, 20 de enero de 2014

Si dios fuera mujer, Mario Benedetti




¿Y si Dios fuera mujer? 

pregunta Juan sin inmutarse, 
vaya, vaya si Dios fuera mujer 
es posible que agnósticos y ateos 
no dijéramos no con la cabeza 
y dijéramos sí con las entrañas. 



Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez 
para besar sus pies no de bronce, 
su pubis no de piedra, 
sus pechos no de mármol, 
sus labios no de yeso. 



Si Dios fuera mujer la abrazaríamos 
para arrancarla de su lontananza 
y no habría que jurar 
hasta que la muerte nos separe 
ya que sería inmortal por antonomasia 
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico 
nos contagiaría su inmortalidad. 



Si Dios fuera mujer no se instalaría 
lejana en el reino de los cielos, 
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno, 
con sus brazos no cerrados, 
su rosa no de plástico 
y su amor no de ángeles. 



Ay Dios mío, Dios mío 
si hasta siempre y desde siempre 
fueras una mujer 
qué lindo escándalo sería, 
qué venturosa, espléndida, imposible, 
prodigiosa blasfemia.

http://www.youtube.com/watch?v=g4WnwYIOfSE


.-Dawn

miércoles, 15 de enero de 2014

15 Enero


En 1919, la revolucionaria Rosa Luxemburgo fue asesinada en Berlín.
Los asesinos la rompieron a golpes de fusil y la arrojaron a las aguas de un canal.
En el camino, ella perdió un zapato.
Alguna mano recogió ese zapato, tirado en el barro.
Rosa quería un mundo donde la justicia no fuera sacrificada en nombre de la libertad, ni la libertad fuera sacrificada en nombre de la justicia.
Cada día, alguna mano recoge esa bandera.
Tirada en el barro, como el zapato.
 
.-Eduardo Galeano
 
Hoy se cumplen 95 años del asesinato de la que para mí fue la revolucionaria más grande y de su camarada  Karl Liebknecht. No recuerdo cual fue lo primero que leí sobre ella o de ella. Seguramente  por mi padre. No me veo capaz de escribir nada sobre ella, simplemente diré que no se merecía esa muerte, y algo que antes me chocaba mucho y decía mi padre "Rosa venció". El pasado Domingo fue el día de Rosa Luxemburgo, mi padre le dejó una rosa por mí, me gusta que en Alemania recuerden a quienes se lo merecen.

 
 Te quiero Rosa.
 
 .-Dawn

jueves, 9 de enero de 2014

Dignidad

Hay una anécdota que solía comentar el gran José Luis Sampedro decía que Salvador de Madariaga en el prólogo de uno de sus libros. Unos jornaleros sin tierra estaban en la plaza esperando por la mañana temprano que algún capataz de un cortijo viniera a contratarles para unos días. Entonces apareció un cortijero que venía a comprar votos para las elecciones, y a uno de aquellos pobres, pobrísimos, le dio dos duros, que entonces eran una fortuna, por su voto para las elecciones; naturalmente para que votara al cacique de derechas correspondiente. Aquel jornalero hambriento cogió los dos duros, se los tiró al suelo al otro y le dijo esta frase impresionante, esta frase propia de un trabajador, esta frase dignísima:
 
 “En mi hambre mando yo”.
 
Hermoso, emancipación, nada que perder... aparte de las cadenas. Me gustaría pensar que este acto es posible para todos, pienso que es posible. Que uno no depende del sucio dinero, que seamos conscientes de que ellos tienen el capital y nosotros nuestro sudor.
 
Madiba decía que siempre fue un hombre libre, en rejas también. Mandaba en su libertad, pero la dignidad no sólo la tienen los héroes, hay muchos ejemplos, muchos poderosos. Este jornalero mandaba en su hambre, personifica la dignidad. No creo poder definir mi admiración hacía actos así, comprenderlos sí, pero tampoco logro ponerme en su lugar, ni siquiera imaginarlo, no sé lo que es el hambre, ni la prisión, así que no sé lo que cuesta ser digno en esas situaciones, pero... buff, qué bonito.


 
Hay mil cosas que nos pueden arrebatar sin estar en nuestras manos evitarlo, pero la dignidad no, por lo tanto ya hemos ganado.

Tampoco creo saber lo es la dignidad, pero debe de ser algo así.

.-Dawn